Ashes to ashes.

Después de todo el sinfín de tareas de la semana pasada, que si enviar paquetes, que si examenes, que si salir, que si seguir viva al día siguiente, y todo eso teniendo en cuenta que hay que comer, dormir y respirar (nota mental: que no se te olvide).
Bueno pues el viernes fue bien, hice el examen de lingüística ese que nos llevaba a todos por el camino de la amargura, después empaqueté muchas cosas, di una vuelta estúpida, porque mira qu en Galicia suele funcionar todo de manera más eficaz, pues Correos no abre por la tarde, fue todo un zas en toda la boca, así que quedamos con mis amigos y me ayudaron a bajar los paquetes que deben quedar en Santiago hasta su casa y luego ya nos quedamos ahí hasta altas horas que decidimos salir.
Total que el sábado estaba totalmente hecha polvo y cargada totalmente con una maleta de 21kgs y dos mochilas que pesarían cerca de 7kgs cada una, cogí dos aviones y a las 11 y media de la noche estaba en Mallorca.
Y qué decir, pues nada, lo que siempre, que qué calor, que qué caro todo, que qué dias mas cortos... mientras que en Santiago empieza a anochecer a las 10 de la noche, aquí a las 8 y media poco sol queda ya.

Pero no me quejo, pese a todo, Mallorca es Mallorca, y bueno, no es Santiago.
Menuda reflexión.

En realidad me encantaría irme a otro sitio pero remoto, no voy a dar la chapa con Australia como de costumbre, pero si a Alemania o Inglaterra, lo de Inglaterra ya hace tiempo que lo estaba pensando y quizas este año no, pero el siguiente si que me iría a hacer algo un año por ahí.

Bueno, dejémonos de cosas serias.

Ewan McGregor no es odiable.