La moraleja del otro dia, que yo pensaba que era una gastritis, los cojones.
Los cojones.
Era apendicitis.
Pero ahora juro que no puedo pensar en sardinas, se me revuelve el estómago.
Apendicitis!
Y yo que pensaba que moriria con el apéndice puesto.
Psé...
Pues eso.
Yo que sé.
Vino mi madre, se quedó hasta el martes y luego estuvo Ana hasta el sábado.
Y ENCONTRÉ UN PREMIO!
Jammiiiinng... ooooooh jaaaamiiing.
Todo escondidito :$
6/5/09
HEHEHEHEEH
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