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Podría pensar que es estúpido divagar sobre las etapas de la vida, no creo que nadie se subleve a un patrón preestablecido, es una sensación que reconforta.
Aunque muchas personas adopten esa pose de conformista o inconformista redomado que les da ese aspecto, al principio tan atractivo y luego, cuando comprendes que nadie es realmente ningún arquetipo y que es como cualquier otra persona, con sus metas o sus no-metas, no es que decepcione pero, claramente esperabas encontrar tu propio regocijo.

La evolución favorece más a unos que otros, mientras unos se dejan degradar por la desidia y el inconformismo y a los ojos ajenos nos fascina otros tratamos de ser felices con lo que tenemos, a pesar de que tenemos las mismas dudas, los mismos miedos y las mismas ganas de abandonarse al hedonismo más extremo, pero este factor, que creo evolutivo, tiene intríseco un apunte determinante de responsabilidad.

Pero te voy a decir una cosa, mi responsabilidad tiene unos límites bastante estrechos y por mucho que pienses que no sé disfrutar mi vida, sé de buena tinta que te equivocas, creo que simplemente eres tú el que no está enfocándolo de la manera en la que puedes ser más feliz.
Porque, básicamente, no quieres serlo.

Que conste que le he estado dando muchas vueltas.